Religioso mínimo lego perteneciente a la Provincia de Andalucía. Se cuenta que al despedirlo San Francisco de Paula en Tours le dio una rama de morera para que le sirviera como bastón en el viaje; en cuanto fray Martín llegó a su convento de Écija, plantó la rama en el jardín; el ramo arraigó y se convirtió, andando el tiempo, en un frondoso árbol. En tiempos del Padre Morales el árbol había sido inadvertidamente cortado, aunque había rebrotado pobremente. Después de la exclaustración, la huerta del convento astigitano fue adquirida por la marquesa de Peñaflor; del tronco del árbol en buena parte carcomido se hizo una cruz y una talla de San Francisco de Paula.