Convento de los mínimos que pertenecía a la Provincia de Sevilla y estaba intitulado a Nuestra Señora de la Candelaria. Los primeros pasos para la fundación se remontan a 1554, en las negociaciones llevadas a cabo entre el IV Conde de Ureña Juan Téllez y Girón y el Padre Jerónimo Morcillo, a la sazón Corrector del convento de Osuna. Los mínimos tomaron posesión del convento el 1 de febrero de 1555, interviniendo, por parte de los donantes, el Conde, su esposa y sus hijos, y, por parte de la Orden receptora, el Provincial fray Alonso del Águila. La donación no comprendía sólo el inmueble conventual, sino el equipamiento o ajuar de sus diversos espacios (sacristía, refectorio, dormitorio, coro, biblioteca, cocina y caballeriza). Según Montoya, en su tiempo contaba con 20 religiosos y era casa de Recolección. A finales del siglo XVII (1697), eran sólo 8 religiosos, aunque a principios del XVIII (1705) tenía 24 frailes, pero este número descendió notablemente con el transcurrir del tiempo: 7 (1733), 9 (1755), 16 (1764), 12 (1755), 8 (1785). El convento, suprimido durante la ocupación francesa en 1810, sufrió importantes desperfectos (según algunas fuentes, otras indican que apenas sufrió destrozos). En 1814 vuelven los religiosos. Suprimido nuevamente durante el trienio liberal, la mayoría de sus componentes se secularizaron. Regresaron los mínimos en 1823; la iglesia se usaba como parroquia y el convento se hallaba en muy mal estado. Suprimido definitivamente en 1835, finalmente en su solar edificaron residencia y centro docente las terciarias franciscanas del Rebaño de María, vinculadas a la iglesia conventual desde 1894.
BIBLIOGRAFÍA: