Brutio natus
Himno a San Francisco de Paula cuyas noticias se remontan por lo menos a 1574. Fue usado en la Orden en el Oficio Propio de San Francisco. Del oficio litúrgico pasó a ser propuesto a la devoción popular ya en el siglo XVII. El Capítulo General de 1710 decidió que se cantara todos los viernes despues de Completas, por las necesidades de la Orden, añadiendo otras oraciones a la Virgen, a San Miguel y al mismo San Francisco. Con el tiempo pasó a formar parte de una procesión al altar de San Francisco realizada por los religiosos cada viernes. Actualmente, además, se usa en la devoción del trecenario.
De autor ignoto (se ha apuntado la posibilidad de atribución a Passarello, a Scalione, a Felice de Maida o a Bremant), la versión más corriente del himno, partiendo de su nacimiento en Calabria y su viaje a Francia, se orienta a resaltar la virtud de la humildad transmitida a sus religiosos y plasmada en el apelativo de “Mínimos”. También incide en la devoción con que es visitada su tumba y cómo se producían allí por su intercesión milagrosas curaciones. Una versión más antigua contiene otras dos estrofas intercaladas, enumerando las virtudes del Santo y constatando cómo su fama se había extendido por todo el mundo. Además, se le suele unir un colofón doxológico.
El himno ha sido traducido al italiano (Quando l'errore sconvolgeva il mondo; existía una traducción precedente efectuada por Biaggio Verghetti en 1907) y al castellano (Cuando se hundía el mundo en sus errores, que se utiliza comúnmente y, sin embargo, parece provenir de la versión italiana; una traducción española del original latino fue efectuada por José M. Vidal y Pomar y se publicó en el Trecenario editado por Padre Angelats en 1930).
BIBLIOGRAFÍA:
N.Giorgio, «Il “Brutio Natus”. Rilievi sulla sua storia e spiritualità», en Minimum V (1968), pp.166-176.