Convento de Châteauneuf-sur-Charente (o Châteauneuf-en-Charente)


El convento de los mínimos de Châteauneuf-sur-Charente pertenecía a la Provincia monástica turonense. La entrada de los frailes mínimos en la población se produjo por el interés del cura de la parroquial, quien impulsó la autorización de la villa que se dio en 7 de abril de 1619. El 30 de enero de 1620 emitió el obispo de Angoulême su autorización. Los religiosos entraron en la villa el 1 de mayo de 1620. El convento fue aceptado en el Capítulo General de 1623. Para la construcción de convento e iglesia, intitulada a San Francisco de Paula, se recibió la ayuda de la señora Louise de Luxembourg y de su hija Louise de Béon. En 1637 se emitieron las cartas patentes del rey, con asignación de una suma para ayudar a la construcción de la iglesia. Hasta finales del XVII, en que pudieron contar ya con medios propios suficientes, los religiosos se mantenían gracias a las limosnas de los habitantes de la villa. Sin embargo, hacia 1723 un informe del Corrector señalaba cómo habían disminuido los recursos efectivos de la comunidad, teniendo dificultades para reparar el convento.
La comunidad de Châteauneuf fue siempre bastante reducida, conforme al pequeño tamaño del edificio conventual. Compuesta al inicio por cuatro religiosos, raramente llegó a tener más de 6 ó 7. En 1723 eran sólo tres; en 1768 eran 2 religiosos y contaban con una renta anual aproximada de 682 libras.
Hacia 1763 el Superior de la comunidad era maestre de la logia local denominada "La Constante Fraternité".
Hoy únicamente queda del convento una torre.


Al fondo, la torre del antiguo convento de mínimos