Brasil

Las primeras noticias sobre religiosos mínimos en Brasil se remontan a 1746, cuando fray Francisco de Paula Bósio, con el beneplácito del rey Juan V, envía desde Lisboa dos religiosos legos para, aprovechando la devoción  a San Francisco de Paula de los moradores, recoger limosnas en Río de Janeiro y Minas Gerais. En 1749 envió otro con la misma finalidad a Bahía. Teniendo como impulsor al capuchino fray Anselmo de Castelvetrano, se establecieron los terciarios mínimos en Rio de Janeiro en 1756 con el apoyo del obispo Antonio do Desterro y del Conde de Bobadela. Sin embargo, los frailes mínimos no entraron en Brasil con intención de fundar hasta 1955, fruto de las gestiones iniciadas en 1953 por el Corrector General Francesco Savarese con el cardenal de Río de Janeiro Jaime de Barros Câmara y particularmente del interés y la actuación práctica del Colega General Padre Nicolini.  Las crónicas de la época reflejan cómo el intento era "demostrar cómo en pleno siglo veinte en tierra americana puede vivirse íntegramente, confortados por la gracia de Dios, la Regla austera, pero suave y santa, ideada y compuesta...por San Francisco de Paula". En noviembre de 1955 llegaron a Baía de Guanabara los tres religiosos (Padre Giuliano Accardo, Padre Luigi Allevato y fray Natale Revasio) destinados a fundar la primera comunidad en Rio, en la zona de Barra da Tijuca. En 1966 llegaron a Sâo Paulo, estableciéndose en la casa parroquial de Nuestra Señora del Carmen, los religiosos Padre Girolamo Castiglione, Padre Teodomiro Herreros y Fray Paolo Morandi. Todavía en 1982 se llevó a cabo una tercera fundación, en la ciudad de Guarapuava, en la Parroquia de Santa Ana; la primera comunidad la componían Padre Jaime Mediavilla, Padre Pasquale Montanaro y Fray Paolo Morandi. Pocos años después de la primera fundación fue nombrado un Delegado General para Brasil. En 1993 la Delegación fue intitulada a N.S.Aparecida.

LISTA DE DELEGADOS GENERALES PARA BRASIL