Biblioteca

Dependencia conventual en la que se hallan, convenientemente ordenados y custodiados, los libros y manuscritos, excluidos los administrativos, pertenecientes a la comunidad religiosa. Algunas disposiciones de Capítulos Generales insistieron en que hubiese biblioteca al menos en las casas de estudio y en los conventos principales; asimismo, indicaron que los libros y escritos relictos de los religiosos fallecidos fuesen depositados en la biblioteca. Se prohibió también que los libros pudiesen venderse, pignorarse o disponer de ellos de cualquier otra forma, onerosa o no; se exceptuaban aquellos que estuviesen duplicados o que resultasen efectivamente poco útiles para el estudio, pero en este caso el producto obtenido había de servir para la adquisición de otros libros mejores o más necesarios. Los conventos con biblioteca importante solían procurarse una disposición papal prohibiendo, bajo pena de excomunión, que se extrajeran libros de la biblioteca. El Directorio actual de la Orden de los Mínimos dispone que en todo convento exista biblioteca y que se presupueste anualmente una cantidad generosa para su actualización. No siempre se cumple esta disposición, ya que muchas veces los religiosos se procuran  particularmente los libros necesarios y la biblioteca conventual no se nutre más que de donaciones o de los libros de los religiosos fallecidos o que los dejan con motivo de un cambio de destino.

 

Históricamente destacaron las bibliotecas del convento romano de la Santísima Trinidad, así como las de los conventos parisinos, especialmente la del de Place Royale. En la actualidad probablemente las bibliotecas más importantes de la Orden sean la del Santuario de Paula (denominada Biblioteca Charitas) y la del convento romano de San Francisco de Paula, últimamente enriquecida con los libros procedentes del convento de Gesù-Maria de Génova.

BIBLIOGRAFÍA: