Religioso mínimo natural de Madrid, hijo primogénito de Pedro de la Barreda y Margarita de Figueroa; renunció al mayorazgo familiar para entrar en la vida religiosa. Profesó el 22 de septiembre de 1567. En la Orden fue varias veces Corrector local (por ejemplo del convento de Toledo), Corrector Provincial de Castilla y dos veces Corrector Provincial de Aragón. En su calidad de tal participó en el Capítulo General de 1596 celebrado en Génova y en el celebrado en 1602 en Barcelona. Destacó en ser observantísimo de la Regla, profundamente humilde y amante de la pobreza. Declaró en 1576 a favor del Padre Ribas en el proceso inquisitorial contra éste. Profetizó la hora de su muerte acaecida en Zaragoza el 4 de agosto de 1602, siendo de edad de 70 años y precediendo una visión, según las crónicas, de la Virgen María. A su sepelio concurrió multitud de gente, disputándose pedazos de su hábito, por la veneración que se le tenía.