Convento dedicado a San Francisco de Paula cuyo inicio hay que remontar a 1608, en legado de Giovanni Campolongo a favor de los mínimos. El Provincial Padre Antonio de Fuscado aceptó la donáción el 2 de noviembre de 1608. En 8 de diciembre de 1635 se puso la primera piedra del nuevo convento a edificar. Los trabajos de construcción fueron a remolque de la disponibilidad de medios, de modo que sólo en 1728 (y gracias a la donación recibida el año anterior de Gio. Francesco Sanseverino) pudo finalmente inaugurarse oficialmente el convento. Cuando fue suprimido en 1809, estaba habitado por un total de 5 religiosos, 3 de ellos sacerdotes. En 1852 los mínimos pudieron recuperarlo, por disposición real concedida a petición de María Di Ciacco. Sin embargo, tuvieron que dejarlo en 1866 (eran entonces 12 conventuales). Después de tener usos militares y educativos, finalmente fue restaurado para sede municipal.