Convento de Albalate de Cinca


El convento de los Mínimos de Nuestra Señora de la Victoria de Albalate de Cinca pertenecía a la provincia monástica de Aragón. Aunque, según algún historiador, los primeros pasos para su fundación se remontan a 1580, no fue aceptado como convento en forma hasta el Capítulo General celebrado en Roma en 1617. La fundación, para la que trabajó intensamente fray Domingo de Zayas, se basó en la generosidad de Alfonso de Espés y su esposa Ana de Luna. Además de las dependencias comunes, el convento contaba con una docena de celdas. Tuvo que ser reconstruido a mediados del siglo XVII, a causa de los daños sufridos durante la Guerra dels Segadors. En el Capítulo General de 1782 celebrado en Nápoles este convento fue erigido como casa de noviciado provincial. En su iglesia florecieron las devociones a San Francisco de Paula y a la Virgen de la Soledad. En el momento de la exclaustración esta casa contaba con media docena de religiosos.